domingo, 30 de marzo de 2008

"El enigma impuesto y la reflexión obligada"

" Una foto es una huella. Pero, ¿una huella de qué?

¿De lo que se quiso fotografiar o de lo que se fotografió sin premeditación, sin voluntad ni deseo? ¿Del objeto en sí o de un simple fenómeno? ¿De lo fotografiable o de lo infotografiable?
Pero, ¿por qué no también una huella del sujeto que fotografía o del acto fotográfico, de la acción fotográfica o de lo metafotográfico? ¿Una huella del punto de vista o del encuadre? ¿Una huella de la obtención del negativo o de su trabajo?

Y ¿por qué no una huella del material fotográfico particular o de las condiciones técnicas y epistémicas en general que posibilitaron esa foto particular?

O ¿por qué no una huella del pasado? Pero, ¿de qué pasado? ¿El del objeto por fotografiar o el de la foto? ¿Pasado del tiempo o del espacio? ¿Pasado de la vida o de la muerte?
¿Una huella de todo eso a la vez? Acaso. Pero ¿cómo?

La fotografía suscita problemas.

Tal vez, precisamente porque los suscita hace soñar, trabaja nuestra ensoñación y nuestro inconsciente, habita nuestra imaginación y nuestro imaginario y, en la homogeneidad de lo visible, es un agujero negro brillante que nos hace caer en otro espacio y otro tiempo, y que a veces nos enfrenta a la alteridad -pero ¿qué alteridad?-, otras nos reduce a nuestro yo –pero ¿qué yo?-. Toda foto es una imagen rebelde y resplandeciente que permite interrogar a la vez el otro lado y el aquí y ahora, el pasado y el presente, el ser y el devenir, la fijeza y el flujo, lo continuo y lo discontinuo, el objeto y el sujeto, la forma y la materia, el signo y… la imagen.

(…) Una foto es una huella, por eso es poética. Fotógrafo es aquel que debe dejar, mejor aún, que debe crear huellas de su pasaje y del pasaje de los fenómenos, huellas de su encuentro -fotográfico- con los fenómenos. Precisamente por eso es artista.

En consecuencia, toda foto es una huella enigmática que hace soñar y que suscita problemas, que fascina e inquieta. Por un lado, uno quiere creer que gracias a ella el objeto, el sujeto, el acto, el pasado, el instante, etcétera, van a ser recuperados; por el otro, uno debe saber que jamás lo restituirá: por el contrario, es la prueba de su pérdida y su misterio; a lo sumo, los metamorfosea."

Fragmento "El enigma impuesto y la reflexión obligada" extraído de "Estética de la fotografía" de François Soulages

sábado, 22 de marzo de 2008

martes, 18 de marzo de 2008

pronto


"labios dorados lamen el corazón"
sesión con Miguel Estuardo en el paraíso tropical, Viena, a orillas del Danubio

viernes, 7 de marzo de 2008

domingo, 2 de marzo de 2008